Por manifestaciones como su arte y su cocina, la cultura mexicana ha provocado revuelo en la escena internacional desde hace algún tiempo. Ahora el diseñador Naeem Khan se ha asegurado de que la moda icónica del país se celebre de la misma manera.
Khan tomó relevancia con su marca epónima a mediados de la década pasada. Desde entonces, su estilo se ha ganado la admiración de Beyoncé, Jennifer López, la ex primera dama Michelle Obama y la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, solo por nombrar algunas personalidades. A Khan le enorgullece diseñar para las mujeres de todo el mundo; sus piezas frecuentemente reflejan este hecho, pues se inspiran en una rica variedad de culturas y tradiciones. Algunas de sus colecciones previas también han hecho alusión a la ropa mexicana tradicional, pero ninguna tan claramente como su última muestra, la cual fue recibida con críticas favorables.
Un estilo vibrante con una técnica cuidadosa
Entre los detalles que Khan emplea que también son típicos en la moda mexicana se encuentran los bordados florales grandes y llamativos que emergen de fondos negros básicos. Algunas piezas usaron el diseño en colores brillantes mientras otras emplearon el blanco o el bordado rojo. Khan incluso colaboró con el famoso diseñador de zapatos Christian Louboutin para crear un par de botas altas tradicionales. Los estilos resultantes son asombrosamente hermosos y glamorosos, aunque estos deben mucho de su atractivo al sorprendente y minucioso trabajo artesanal de los estilos tradicionales mexicanos.
De hecho, muchas de estas técnicas fueron perfeccionadas durante siglos por los indígenas de México. Los huipiles, un tipo de prenda que se originó en Oaxaca y Michoacán en los tiempos prehispánicos, contaban con bordados alegres que frecuentemente mostraban motivos florales. Se decía que los florales ilustraban la frondosa naturaleza por la que México es conocido. Originalmente estos bordados se realizaban usando como aguja el puntiagudo pico de una hoja de agave.
En el México del siglo XIX, las blusas elaboradas con bordados y las faldas de un estilo que se conoce como “china poblana” se pusieron de moda: el país se convirtió en testigo de la mezcla de sus propias tradiciones folklóricas con influencias globales durante el dominio español. Estos conjuntos se usaban en las áreas urbanas del país y se siguen usando en ceremonias tradicionales o celebraciones.