México abrió sus puertas y se distinguió por los grandes dotes de hospitalidad hacia los nominados e invitados a los Premios Platino del Cine Iberoamericano 2018.
El gran evento se llevó a cabo el pasado 29 de abril en el Teatro Gran Tlachco de Xcaret en la Riviera Maya, con el exitoso y simpático actor Eugenio Derbez como anfitrión de la ceremonia, la cual se llenó de galardones reconociendo el excelente trabajo de quienes conforman la comunidad del entretenimiento y producciones de habla hispana. Pero fue Vidanta quien inauguró el fin de semana de los Premios Platino con una fiesta y una propia ceremonia de reconocimientos.
Como uno de los principales patrocinadores de los Premios Platino, Vidanta se enorgulleció en dar la bienvenida a los asistentes a la bella Península de Yucatán. Para celebrar la ocasión, Vidanta Riviera Maya organizó un show exclusivo de Cirque du Soleil JOYÀ, que se complementó con una gran alfombra roja, presentación privada para los nominados a los premios y una espectacular fiesta posterior. Vidanta también honró a los Premios Platino con un premio especial por promover la cultura mexicana, apoyar a la industria del entretenimiento dentro del país y por elegir a Riviera Maya como sede del evento. Enrique Cerezo, presidente ejecutivo de los Premios Platino y presidente de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA), recibió el galardón de parte de Norma Preciado, directora de Marketing y Estilo de Vida de Grupo Vidanta.
Muchas de las estrellas más aclamadas del mundo se reunieron para celebrar en el teatro del Cirque du Soleil, incluyendo a Joaquim De Almeida, Luis Gerardo Méndez, Tini Stoessel, Asier Etxeandia y Claudia Álvarez, así como directores, escritores y músicos destacados. Para muchos, la presentación de JOYÀ fue una cristalización de lo que representan los Premios Platino, arte que reconoce la tradición, innovación y la profundidad cultural que las comunidades de toda la Península Ibérica, América Latina y el Caribe, están orgullosas de mostrar. La noche continuó con una fiesta en la terraza del restaurante Nektar, con bebidas, diversión y un fantástico DJ en vivo.
Fue una noche inolvidable y llena de glamour, la perfecta introducción a la noche más importante del cine Iberoamericano. Para Vidanta, fue una gran oportunidad para conmemorar todo lo que México contribuye al arte y la cultura de todo el mundo.
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