Cada mañana en Vidanta comienza con el mismo e irresistible aroma: café recién tostado, preparado aquí mismo, dentro de las instalaciones del resort.
Aunque los huéspedes lo disfrutan en sus suites, durante el desayuno o en una pausa relajada en la cafetería, pocos conocen el cuidado y la dedicación que hay detrás de cada taza.
Conozca al Chef Christophe Guerin Henry Erick y a Hernán Zepeda Mejía, los maestros artesanos del café en Vidanta. Ellos supervisan la planta de tostado ubicada al interior del resort, donde se procesan más de 36,000 kilogramos de granos al año —el equivalente al peso de seis elefantes africanos adultos— exclusivamente para nuestros huéspedes. Cada jornada comienza antes del amanecer, cuando el aire aún es fresco, los tostadores están en silencio y el primer lote del día marca el tono de lo que vendrá.
“El café es más que una bebida”, comenta con una sonrisa el Chef Christophe, pastelero francés de formación clásica. “Es una bienvenida. Es nuestra forma de decirles ‘buenos días’ a nuestros huéspedes, sin importar de dónde vengan.”
El meticuloso proceso de tostado utiliza granos 100% mexicanos, provenientes de fincas familiares en Chiapas y Veracruz, dentro del reconocido “cinturón cafetero” de México. Estas variedades seleccionadas a mano destacan por el aroma y carácter únicos de sus granos arábicos.
Tras múltiples pruebas, el equipo de Vidanta perfeccionó su propia receta, que combina granos de altura de Veracruz —cultivados a más de 1,800 metros sobre el nivel del mar— con granos robustos de Chiapas, tanto de plantaciones irrigadas como de temporal.
“Esta mezcla nos permite lograr un sabor distintivo y una autenticidad única, exclusiva de Vidanta”, explica Hernán. “Cada lote se tuesta con precisión, ajustando tiempo, temperatura y flujo de aire según la variedad y el nivel de humedad del grano. Así garantizamos una taza equilibrada, intensa, suave y llena de carácter.”
Durante el tostado, se requiere la atención conjunta de dos artesanos para vigilar la coloración de los granos, así como la temperatura y el tiempo de tueste. “Cada lote es como una conversación con el grano”, continúa Hernán. “Él te dice cuándo está listo. Solo hay que escuchar… y oler con atención.”
El resultado es una experiencia de café tan personal como premium, que conecta a los huéspedes con los sabores y tradiciones de México. Este café está disponible en todos los lobbies del resort. Y para quienes se enamoran de su sabor, la mezcla exclusiva de Vidanta puede adquirirse en La Plaza, para llevar un pedacito de las vacaciones a casa.
Los huéspedes también pueden degustarlo en el recorrido “Tour del Corazón”, que invita a descubrir distintas áreas de producción como la chocolatería, la cava, la fábrica de mermeladas y el taller de chocolate.
La próxima vez que saboree ese primer sorbo en el desayuno, lo sabrá: no es solo café, es dedicación verdadera en cada gota.
Consejos de los Chefs Christophe Guerin y Hernán Zepeda para conseguir la taza de café perfecta
1. Comience con granos frescos
El café comienza a perder sabor a los pocos días del tostado. Compre en pequeñas cantidades y guárdelo en un recipiente hermético, alejado de la luz y el calor.
2. Muela justo antes de preparar
Una vez molido, el reloj empieza a correr. Un molino de muelas garantiza una molienda uniforme y un mejor sabor.
3. Use el agua adecuada
Un buen café empieza con buena agua. Elija agua filtrada o de manantial para evitar sabores indeseados.
4. Mida para lograr el equilibrio
La proporción ideal: aproximadamente 2 cucharadas de café por cada 180 ml de agua. Ajuste a su gusto, pero mantenga medidas consistentes.
5. Cuide la temperatura
El agua debe estar entre 90 °C y 96 °C — lo suficientemente caliente para extraer el sabor sin quemar el café.
6. Disfrute primero el aroma
Antes del primer sorbo, tómese un momento para inhalar su fragancia. Oler es parte de saborear.